Caracterización Ambiental

Flora · Fauna · Agua · Vegetación y uso del suelo · Riesgos ambientales

Flora.

La gran diversidad biológica que presenta el estado de Oaxaca es producto combinado de las variaciones en topografía y clima encontrados en su superficie; estas se mezclan unas con otras, creando un mosaico de condiciones ambientales y microambientales. A esto se suma la compleja historia geológica del área del sureste mexicano donde se ubica el estado (Ortega et al., 2000); uno de los terrenos que ocupaba la parte de la costa sur de México era el bloque de Chortis, con lo que Acapulco en Guerrero y Puerto Ángel en Oaxaca eran adyacentes a Guastatoya en Guatemala y San Pedro Sula en Honduras, respectivamente durante  el  Eoceno  (Campbell,  1999);  dicho  bloque  se  desplazó  al  sur  y actualmente ocupa la parte norte de América Central (Ortega et al., 2000).

Esta zona del sureste mexicano ya ha sido reconocida previamente como biológica y geológicamente compleja, ya que existe contacto entre tres placas tectónicas y además  entre   dos  o   más  biotas  ancestrales   dando   origen   a   una   zona biogeográficamente compuesta (Croizat, 1958; Luna y Contreras-Medina, 2010).

Este último fenómeno ha dado como resultado una mezcla de fauna  y flora con diferentes historias biogeográficas, por lo tanto muy rica en especies. Aunado a lo anterior, el estado de Oaxaca se distingue por un alto número y porcentaje de endemismo de vertebrados y plantas vasculares (Flores-Villela y Gerez, 1994). Las causas de este alto endemismo se encuentran en el aislamiento ecológico que presentan las diferentes regiones, así como la diversidad fisiográfica, geológica y edáfica del territorio oaxaqueño, lo que significa una multiplicidad de hábitats tanto para la fauna, como para la flora.

Fauna.

El estado de Oaxaca es el más rico en especies de vertebrados mesoamericanos y en endémicos estatales (Flores-Villela y Gerez, 1994), pero lamentablemente la fauna de la entidad ha sido escasamente estudiada. Es el estado que alberga la mayor riqueza de especies de mamíferos en el país (Illoldi-Rangel et al., 2008).

Aunque el Estado de Oaxaca representa solamente del 5% del territorio nacional, la entidad contiene al 52% de las especies de peces, 35% de las especies de anfibios, 36% de los reptiles, 68% de las aves y 40% de los mamíferos (Flores-Villela y Gerez, 1994; Illoldi-Rangel et al., 2008) (Tabla 22). Los bosques de encino y mesófilos de montaña del estado sobresalen por su riqueza en número de especies de vertebrados, sobre los otros tipos de vegetación del estado (Flores-Villela y Gerez, 1994).

Agua.

Nuestro estado de Oaxaca en la actualidad se orienta a una tendencia hacia el desarrollo sustentable, así lo establece el Plan Estatal de Desarrollo Oaxaca 2011-2016, acorde con las políticas públicas nacionales; las cuales refieren a la administración eficiente y racional de los recursos naturales, de manera tal, que sea posible mejorar el bienestar de la población actual sin comprometer la calidad de vida de las generaciones futuras.

Tradicionalmente en nuestro país y en el estado los esfuerzos de conservación de los recursos naturales y ecosistemas suelen verse obstaculizados por círculos viciosos que incluyen pobreza, agotamiento de los recursos naturales, deterioro ambiental, mala planeación ambiental y una deficiente aplicación de las políticas públicas estatales.

Al nivel nacional el tema del agua se ha vuelto prioritario sobre todo en la atención de los aspectos vinculados a su protección, tanto de mantos superficiales y acuíferos, esto debido a que su disponibilidad por habitante se está reduciendo debido a factores demográficos y climáticos.

Será imprescindible que los municipios se sumen a esta tarea, desarrollando políticas que fomenten el uso racional y la reutilización del agua para lograr un equilibrio entre la disponibilidad y la demanda, además de reducir el deterioro de los cuerpos receptores.

Vegetación y uso del suelo.

México es uno de los países con más recursos forestales a nivel mundial. Sus bosques, selvas y otras áreas con vegetación natural ocupaban en el 2002 aproximadamente 76% del territorio nacional, de éstos, 34% corresponden a bosques y selvas, 26% a matorrales y 16% a otros tipos de vegetación (INEGI, 2002), de estas vegetaciones los bosques de pino, encino y pino-encino son los ecosistemas más diversos en especies. Clasificaciones recientes reconocen para México 50 tipos de vegetación, y para Oaxaca 12 coberturas naturales con diferentes grados de sucesión y 3 antropicas (INEGI 2005), para este trabajo se agruparon en 9 grupos de vegetación y 3 coberturas antropicas basadas en la carta de vegetación y uso de suelo serie IV de INEGI con actualización de imágenes de satélite Landsat 7 clasificadas.

Los tipos de vegetación predominantes en el estado de Oaxaca para 2011 son principalmente el bosque de Coníferas y Latifoliadas, la selva Caducifolia y subcaducifolia junto con la selva Perennifolia y subperennifolia, seguidos del pastizal, bosques de Coníferas y Matorral Xerófilo. Es importante mencionar que la superficie dedicada a la agricultura, ocupa el segundo lugar en superficie del estado.

Riesgos ambientales.

El concepto de riesgo está definido como “la probabilidad de que un evento adverso ocurra durante un periodo determinado de tiempo, o resulte de una situación particular”. Una definición más completa de riesgo implica la exposición a un peligro (natural, social, químico, etc.), este riesgo se expresa a menudo en términos de probabilidad (Berger y Luckman, 1997, Powell, 1996).

El riesgo ambiental es la probabilidad de que un espacio geográfico sea afectado por las consecuencias de distinta vulnerabilidad de un proceso natural, que afectaran los sistemas ecológicos, asentamientos y actividades humanas (Juan, 2006).

Es necesario entender el concepto de riesgo, considerando su valor cuantitativo y además sus aspectos sociales y culturales, esto evitara interpretaciones erróneas en su análisis, y su implementación en programas de protección.

Estos eventos suelen causar daños a las actividades económicas (cultivos, ganado, transporte, etc.), siendo mayor generalmente en zonas rurales donde afecta a cultivos de temporal.